Nos cabe el honor de participar en dos procesos constituyentes. El primero en el crepúsculo del siglo XX, convocado por el Comandante Presidente Hugo Chávez. El actual, en esta segunda década del XXI, por el presidente Nicolás Maduro. Los que se opusieron a la Asamblea Nacional Constituyente de 1999 son los mismos que reaccionan histéricos y violentos a la convocatoria de la voluntad popular en 2017. Como las momias, no cambian, vistan con sotanas o pónganse capuchas.